Si quieres perder peso no te engañes
El autoengaño es convencemos a nosotros mismos de una realidad que es falsa, pero lo hacemos de manera inconsciente. Se diferencia de la mentira porque cuando mentimos sí somos conscientes de no estar siendo sinceros, es decir, de faltar a la verdad.Muchas personas que realizan dieta cuyos resultados no mejoran, se convencen y se dicen a sí mismas que no saben lo que sucede, incluso que llevan a rajatabla todas las prescripciones de su dietista y/o de su monitor deportivo. Es frecuente también escuchar frases del tipo “ya más no puedo hacer”, “es imposible comer menos”, “pero si lo hago todo bien”…
todo el mundo puede curarse de la obesidad, no te engañes
En estos casos el engañarse a uno mismo actúa como mecanismo de defensa, y suele ocurrir en parte, por el miedo a defraudar a aquellas personas que nos apoyan, confían en nosotros, nos ayudan o nos alientan para perder peso. En otras ocasiones el autoengaño cumple la función de proteger la autoestima ante la percepción de incapacidad y el sentimiento de fracaso.
cuando te engañas no buscas soluciones
Hay que tener en cuenta que las personas obesas cuando inician hábitos saludables se someten a cambios drásticos en su estilo de vida. Para una persona que come ingentes cantidades de alimentos calóricos girar hacia una dieta saludable supone un cambio considerable, de ahí que para muchos de ellos esto suponga “comer muy poco” o “hacerlo bien” por el hecho de haber reducido considerablemente la cantidad y calidad de los alimentos.
en tu zona de confort no crece nada
Algo similar ocurre con el ejercicio físico; para una persona que lleva una vida sedentaria, caminar en la cinta andadora durante 20 minutos aproximadamente supone un esfuerzo que puede describir como “haberlo dado todo en el gimnasio”. Lo que queremos decir es que la escala de valoración estimativa que manejan las personas obesas difiere ampliamente con las que manejan las personas en peso saludable.
Muchas personas con obesidad no quieren tomar conciencia de estos aspectos puesto que les supone replantearse cambios para los que, o bien no están preparados, o bien les supone mucho esfuerzo. En definitiva, eligen mantenerse en su zona de confort, ya que les permite vivir con el piloto automático encendido aunque finalmente les lleve al vacío.
pedir ayuda es una acto de valentía, no de debilidad
Salir de la zona de confort te hará tomar decisiones con las que no te sentirás cómodo, pero ya verás como en poco tiempo notarás que algo cambia en tu vida, que dejas atrás el vacío, el miedo y la apatía, y que no querrás retornar allí nunca más.
Hola Alejandra, soy Pepa. Nos conocemos desde hace mucho tiempo. Estoy pasando una etapa complicada. Y necesito que me ayudes. Son 20 kilos los que me sobran. Y estoy teniendo problemas musculares. AYUDAME
Hola Pepa, ¿cómo puedo ayudarte?
¡Qué buen artículo Alejandra! Existe un abismo entre lo que vemos los que tenemos obesidad y lo que ve el resto de la gente de nuestro entorno. Una vez que te das cuenta de ello, empiezas tú también a ver lo que otras personas con obesidad no quieren ver y es una sensación maravillosamente liberadora. Entonces, comienzas a mirar hacia atrás y reconoces, aunque sólo sea para tus adentros, que efectivamente tenían razón. Como bien dices, muchas veces el cambio es tan grande que cuesta asumirlo y por eso, preferimos engañarnos.
Gracias Pablo, es importante para mí que vosotros pongáis palabras a estos artículos donde escribo de temas que vivís en primera persona. Un abrazo
Qué bien lo explicas Pablo! gracias por tu comentario, un abrazo