Para que cambie tu vida, cambia tu actitud
Hay gente que tiende a valorar cosas, acontecimientos y personas de forma excesivamente negativa. Cuando experimentamos emociones desagradables debemos ser conscientes de la existencia de un pensamiento negativo que nos provoca esa emoción. Pensar de manera positiva no implica ignorar el problema, se trata de verlo desde otro prisma.
Debemos plantearnos si la situación va a cambiar por el hecho de enojarnos, maldecir o enfurecernos. Evidentemente no. Entonces, ¿por qué vamos a torturarnos con pensamientos que nos perjudican?
Pensar de manera positiva no implica ignorar el problema, se trata de verlo desde otro prisma.
Sucede que en muchas ocasiones las cosas no son como queremos y nos instalamos en la queja y la amargura. Decimos que es injusto porque no salimos beneficiados y nos planteamos ¿por qué tiene que pasarme esto a mí? Sin embargo, jamás he escuchado esa frase en boca de alguien a quién le tocó la lotería. En consecuencia, pensamos que todas las adversidades son injustas, pero cuando algo bueno nos sucede parece que debiera ser siempre así. Las cosas no son justas ni injustas, son como son.
Otras veces postergamos la felicidad hasta que cambie la situación que estamos viviendo. Nos convencemos que cuando tengamos pareja o ganemos tanto dinero por ejemplo, podremos empezar a disfrutar. Y mientras tanto, pasan cosas positivas en nuestra vida que no valoramos porque sólo parece que esa futura pareja o los ingresos ideales serán los encargados de proporcionarnos el ansiado bienestar. Y así terminamos depositando la felicidad en gratificaciones externas que igual que vienen se van.
pasan cosas positivas en nuestra vida que no valoramos
No olvidemos que varias personas pasan por situaciones similares adversas en la vida: ruptura sentimental, conflictos laborales, pérdida de seres queridos… sin embargo unos se hunden y otros consiguen salir a flote ¿de qué depende? No del acontecimiento en sí, sino de cómo se evalúa la situación y en consecuencia de la actitud que tomamos ante ella. El primer paso es aceptar el hecho de que es inevitable que experimentemos adversidades en la vida.
La realidad nos pone a prueba y a menudo estamos expuestos a situaciones que no nos gustan. En vez de lamentarte plantéate qué te queda y qué puedes hacer para volver a tener equilibrio emocional en tu vida. Empieza a dar pasos, por pequeños que sean y día a día. No podemos negar que muchas circunstancias en la vida pueden entristecernos, pero de nosotros depende mantenernos en pie y buscar la manera de salir adelante.
Empieza a dar pasos, por pequeños que sean, y día a día
Hola Alejandra, tengo una hija de 22 años, no sé qué hacer para ayudarla pues aunque tiene todo en la bida no lo valora. Está triste, con muchos cambios de humor, ansiedad… Ha ido al médico pero no se toman en serio su caso y no la derivan a ningun especialista. A nosotros ya no nos escucha y veo como se destruye.
Buenas tardes Nuria, entiendo tu sufrimiento al ver así a tu hija y que hagas todo lo que está en tus manos, como llevarla al médico. Sin embargo, sin su colaboración esto es difícil. Observa si ese malestar es sólo en casa o también en otros ámbitos como con los amigos, en su ambiente laboral o de estudios…Tengo pocos datos pero quizás puedas negociar con ella para que se ponga en manos de algún especialista. Hay que plantearse también que si los médicos no toman en serio sus síntomas será porque ella los niega, tal vez porque no reconoce que necesita ayuda. Es legítimo que hasgas todo lo que está en tus manos, pero hay una parte que le corresponde a ella. Un abrazo
He encontrado esta página buscando formas de motivarme para lograr perder casi 50 kilos, y he visto la oportunidad de desahogarme un poco. Tengo 36 años, siempre he sido la niña «gordita» del cole, con 13 años hice mi primera dieta ya que pesaba 84 kilos midiendo 1.60 cm. nunca he llevado mal mis kilos, mi madre siempre me decía: «hija cuando los niños te digan gorda, tu contesta, dame gordura y te daré hermosura» y siempre tuve una gran autoestima y amor propio, estuve unos años siempre rondando los 72-74 kilos, yo ahí me veía maravillosa, llegue a pensar que sufría una especie de anorexia invertida. Creo que deje de hacer algunos amigos por mi exceso de seguridad. Con 18 años tuve una vivencia que nunca hubiera esperado, y es que aunque no había tenido atracción por una chica jamás, entro una nueva chica en la pandilla con la que empecé a tener una relación cada vez más especial, hasta que llego el día en que se me declaró, y después de pasar una etapa un poco difícil por sentirme confundida en mis sentimientos decidí tomar ejemplo de las típicas pelis americanas y decidir que aunque no había ido a la facultad estaba en la edad de vivir ese tipo de experiencia, experiencia con la que continuo tras 17 años. En los primero años era todo fogosidad e intensidad. y durante estos años empecé a acumular kilos de nuevo, hasta ponerme en 98 kilos, y aún aquí me sentía segura, preciosa y super deseada por mi pareja, pero pensé que algún día, no sabía como, quería ser madre y que debía controlar mi peso, así que me apunté a Natur house y sus potingues, como no me gusta el gimnasio pero me encanta el baile me apunté a salsa y danza del vientre, iba al salón de belleza donde me ponían presoterapia y gimnasia pasiva, y con todo esto al cabo de año y pico estaba, en 62 kilos. NUNCA pense verme así, aunque no sea elegante decirlo, estaba bueniiisima, y viví cosas que en veintimuchos años no había vivido, como ligar en una discoteca, incluso me sentí ajena a mi misma porque no sabía comprar ropa, nunca tuve un estilo, porque tenía que adaptarme a lo que me entraba. De niña por lo único que lloré fue por la ropa, por ser una adolescente y vestir como una señora. El estar delgada me trajo mucha satisfacción personal pero por otro lado tuve problemas con mis amistades que no vienen ahora al caso.
Con treinta años con algún kilito recuperado pero aún en el límite que yo me proponía que eran los 70 me estaba manteniendo. La vida me iba bien, trabajaba desde hacía 7 años en el ayuntamiento de mi ciudad, tenía mi piso aunque vivía con mis padres, mi relación iba moderadamente bien, ya que yo por miedo a que mis padres no lo aceptaran no había hecho mi relación pública, aunque era un secreto a voces. Entonces tras llevar varios años ahorrando decidí empezar a intentar tener un bebé, debo decir que ya iba con el hándicap que me habían operado de un teratoma y me habían extirpado un ovario, pero aún así fui a una clínica de reproducción asistida, tras dos intentos sin éxito de inseminación me hice pruebas y descubrí que tenia la trompa obstruido por lo que debía de hacer una in vitro, pero ya no tenía dinero para ello, y decidí esperar, entonces a los meses decidí quitarme de fumar….. y ya sabes que pasa, seguí subiendo kilos. A los tres meses de quitarme cogí me citaron de la seguridad social para hacerme los tratamientos, ya que empezó a cubrirlo. Ese día cuando volvía de la cita, me llamaron compañeros de trabajo para decir que acaba de salir una lista de 176 trabajadores incluidos en un expediente de regulación de empleo en el Ayuntamiento, en el que yo estaba incluida, tras un mes de negociaciones sin ningún éxito, me fui a la calle como muchos compañeros. Ahí se me cayó el mundo encima, tras el fracaso de mis tratamientos, un bulling en el trabajo, tres meses sin fumar, y ahora un despido donde no hay un criterio real para él, me siento super castigada, pero bueno….. si te dan limones, haz limonada. Estuve unos meses inmóvil sin creérmelo, pero luego empecé a prepararme el examen de acceso para el ciclo superior de jardín de infancia, uno de mis sueños» ya que para mi los niños siempre fueron mi autentica vocación, pero dos días antes del examen me llamaron del hospital para empezar los tratamietos después de algo más de un año en la lista de espera. Hago mi examen y apruebo con nota suficiente, y al hacerme el tratamiento en Julio de 2013 solo me sacan un ovocito de calidad C, algo con muy poca probabilidad, ahora ya estoy en 89 Kilos, pero por fin algo bueno, mi ovocito de calidad C, es C de Campeona, y me quedo embarazada de mi hija; entonces y solo entonces hago pública mi relación y me voy a vivir con mi pareja, y no saltan las alarmas como yo creía, pero en Noviembre de 2013 digo que en enero de 2014 me caso, entonces sí, y dicen que si me caso nos vetan la entrada a mi y a mi pareja en la casa de mis padres. Finalmente yo sé que es un calentón, pero a mi pareja no le sienta tan bien como a mi. Yo voy a parir pesando 98 kilos y resulta que el sueño de mi vida, se me hace un poco demasido, ya que mi niña se tira cinco meses pegada a mi pecho, y cuando digo pegada, es pegada, es tener que comer con ella en el pecho, ir a una comunión y tenerla pegada al pecho, ir al baño con ella en el pecho, mi hija nunca uso chupete ya que era yo. y entonces yo sentí que solo me la cogian si yo iba a comer, y me pasaba el día comiendo y muy insano. Ahora mi hija tiene dos años y yo estoy en 117 kg. y ¿Cuál es el problema?, que no puedo, que quiero pero no puedo, no tengo animos, el año pasado me lo propuse por mi cuenta y me quité 15 kilos de los que he cogido 17, y no tengo ánimo de hacer sacrificios, y me da pena por mi niña, porque no puedo jugar con ella como jugué con los hijos de mis amistades o con mi sobrino, porque me da miedo estar sola con ella en la calle, ya que es un nervio y si me sale a correr a la carretera no sé si la alcanzaría, yo si me planteo que en el cole se metan con ella porque tiene dos mamás una machorra, y otra una ballena. y lloro mucho por ello y me rompe el alma saber todo esto y aun así saber que cuando acabe de escribir esto voy a ir a la cocina por unas onzas de chocolate. Y es que se juntan muchas cosas, mi familia me apoya con la dieta de boquilla, con lo que siento que critican más que ayudan, amigos no tengo, los creía que eran los mejores, cuando la amiga soltera que trabajaba en el ayuntamiento y tenía tiempo y dinero para llevarse a sus hijos por ahí, al cine, de espectáculos y le compraba reyes caros, regalos de cumpleaños al estilo pretty woman, se quedó en paro, tuvo cargas familiares, y su relación ya era abierta al mundo dejaron de llamarme.
Lo que quiero decir con esto y mi conclusión es que para llevar a cabo lo que una vez hice se necesita una gran fuerza de voluntad pero también estar fuerte mentalmente y sentirte apoyada, pero si no te sientes apoyada al 100% de la familia, si tu relación no va bien y no te sientes deseada, si no te sientes realizada con un trabajo y tienes dinero para apoyarte en la dieta, gimnasios y tratamientos, perder 50 kilos a lo mejor no es imposible, pero si muy altamente difícil. Y sinceramente creo que de todo lo que te he dicho el trabajo y la realización como persona es de lo más importante. Lo que concluyo con este mensaje es que por primera vez en mas de 30 años he descubierto lo que es la verdadera inseguridad y complejo
Muchas gracias por tu testimonio, un abrazo
Hola, te cuento que hace 2 anos adelgace 20 kilos, pero a partir de este ano, a prinocio, he comenzado a salir más y eso ha hecho que engorde 10 kilos, muero miedo de recuperar todo lo que adelgace con tanto esfuerzo y creo que eso me genera mas Nsiezad, tristeza, pena. En el trabajo comienzo a comer luego del almuerzo me viene unn antojo por comer dulces, queques, chocolates, no se que hacer!!!!!!! X favor necesito tu ayuda.
Buenos días Mariela, si perdiste 20 kilos hace dos años me imagino que sabes comer de forma saludable. Recuperar los hábitos y pautas de vida saludable es algo que debes empezar a recuperar ya. Entre estos hábitos está el ejercicio, que probablemente estés abandonando. No sé si esto es un tropiezo como suele ocurrirle a muchas personas en verano, ya que salen más y se abandonan en cuanto a horarios, planificación de comidas. O si se trata de alguna situación personal que te está generando malestar y estás recurriendo a la comida para «compensarlo». No bajes la guardia. Un abrazo
Tomamos nota Paloma, besos