Consejos

Para cada emoción una solución

Vamos a ver cómo podemos gestionar las emociones negativas para que no supongan un perjuicio a la hora de controlar las ingestas. Tenemos que pararnos e identificar que es lo que nos está haciendo sentir miedo, culpa o  vergüenza entre otras. A continuación vamos a ver las situaciones que nos generan estas emociones y cómo afrontarlas siguiendo el Modelo Emeset.

Peligro. El miedo es la reacción que se produce ante un peligro inminente. Cuando sentimos miedo creemos que tenemos una baja capacidad de control y de predicción. Puede suceder que tras una discusión sintamos miedo a perder a esa persona que apreciamos.

hay que poner a raya los pensamientos que nos paralizan

El mejor antídoto  es confiar en nuestros recursos  personales, como puede ser la capacidad de diálogo. A la misma vez en importante poner a raya los pensamientos que nos paralizan o bloquean como por ejemplo que esa persona nos desprecia o que no querrá volver a saber de nosotros.

 La Injusticia. Es la situación en la que una persona es  recompensada en forma insuficiente por un esfuerzo que ha hecho, o  sometida a un castigo  sin una razón que lo justifique. Son situaciones que nos provocan rabia o enfado. La mejor manera de hacerle frente es a través del desahogo: llorar o buscar el apoyo en una persona de confianza que sabes que te va a escuchar y comprender.

las frases trilladas no ayudan absolutamente nada

La Pérdida. Situaciones como la muerte de un ser querido o ser despedido del trabajo son momentos que nos generan tristeza. Vivir en silencio el sufrimiento aísla y afecta seriamente al bienestar. Lo que esperamos de los demás en esos momentos no son frases trilladas, sino actitudes que nos permitan sentir su comprensión y apoyo. Por eso la mejor forma de hacerle frente es la búsqueda de consuelo sin que nos juzguen o cuestionen.

hay que saber a quien acudir en busca de apoyo

Juicio. El miedo a ser juzgado por los demás es  normal. En la infancia creamos la autoestima basándonos en la opinión que tienen los demás de nosotros. Este miedo está muy presente en las personas que padecen obesidad generándoles sentimientos de vergüenza. En estos casos el antídoto al que tienes que recurrir es perdonarte. Perdonarse a uno mismo no significa justificar una conducta inadecuada sino reconocer las emociones negativas y aun así, decidir seguir adelante.

cambiar las emociones conlleva una reflexión

El error. Tomar caminos equivocados es algo que nos acompaña a lo largo de nuestro proceso vital. El problema surge cuando equiparamos las equivocaciones a fracasos, ya que genera el sentimiento de culpabilidad. En estas situaciones lo fundamental es el aprendizaje. Sólo de esta manera podremos tomarlo como una oportunidad para conocernos y desviarnos del camino erróneo.