¿De qué tienes hambre?
Las decisiones que tomamos en la vida suelen verse afectadas por nuestras emociones, es por ello que en muchas ocasiones decimos a nuestros pacientes: “tal vez no sea el momento de tomar una decisión”. Entre las decisiones determinadas por nuestras emociones se encuentra también la elección de algunos alimentos.
Las emociones que nos llevan a saltarnos la dieta pueden surgir no sólo de sentimientos negativos, sino también positivos. Así por ejemplo, puedo tender a comer torrijas u otros dulces tradicionales porque me hacen evocar momentos felices de mi infancia.
Hemos aprendido a comer emocionalmente desde nuestra niñez, valga como ejemplo cuando nos premiaban con un dulce por buena conducta o para consolarnos cuando estábamos afligidos. Desde la infancia el cerebro registra esa información y la integra en la vida cotidiana, y ya de adultos, nos premiamos o nos refugiamos en determinados tipos de alimentos.
entre las decisiones determinadas por nuestras emociones está la elección de algunos alimentos
Cuando surge el hambre emocional debes evitar actuar de manera automática en dirección hacia la nevera o la despensa. Muchas de nuestras decisiones alimentarias en estos casos se han convertido en rutina, al igual que sucede cuando vas al cine y comes palomitas, o cuando pides el mismo plato en el bar que frecuentas sin contemplar otras opciones de la carta.
Para ayudarte a detectar esas emociones pregúntate «de qué tienes hambre«. Puede ser hambre de amigos, de un trabajo, de aprobar ese examen, de una relación sin tantas discusiones; hambre de no sentirme culpable, de reconciliarme tras esa discusión, de ser aceptado, de superar esa selección, de descanso; hambre de sentirme comprendido, de no haber sido tan complaciente, de evitar los celos, de aprender a decir no, de ser menos perfeccionista, de tener compañía, de superar mis miedos…
muchas decisiones alimentarias se han convertido en rutina, como ir al cine y comer palomitas
Las causas que te llevan a estar hambriento pueden venir derivadas de un malestar crónico de larga duración, o de situaciones estresantes puntuales. Si no tomas conciencia sobre lo que te provoca este hambre, si miras hacia otro lado o evitas pensar en ello, se activará tu piloto automático en la dirección equivocada. Antes de que te des cuenta te verás comiendo a toda velocidad esa tableta de chocolate, las patatas fritas, la pizza, las galletas… Sentirás un bienestar momentáneo, después culpa, desmotivación y malestar. Y además, el problema no desaparecerá.
hay hambre de amigos, de aprobar un examen, de superar miedos…
Tienes otra opción, en vez de activar el piloto automático pulsa Pausa: céntrate en las señales que te envía tu cuerpo: ¿respiración rápida, puños cerrados, espalda tensionada…? Evita acudir a la cocina, túmbate en un sitio cómodo, apaga la televisión (suele ir asociada al actor de comer), haz respiración abdominal, date una ducha, llama a un amigo que te esté apoyando con la dieta, utiliza alguna técnica de relajación, sal a pasear…
Una vez superado este momento crítico, te será de gran utilidad poner en práctica algunas técnicas de resolución de problemas. Pueden resultar muy beneficiosas y mejorar tu calidad de vida. En el próximo artículo trabajaremos sobre ellas.
Pues si alejandra yo estoy con la dieta un año y ahora m esta pasando eso no puedo controlarlo siempre
Las dietas tan largas sufren estas crisis Milagros, haz que se quede en un tropiezo y sigue adelante. Un beso
Tienes razón me veo reflejada en lo que dices en momentos malos me agarró a que ma rescaten y también al picoteo chocolate y cine con palomitas p
Espero Loli que te sirva el artículo, un abrazo
Eso q as descrito me pasa ami
Pues manos a la obra Amanda, un abrazo
Magistral como siempre
Qué alegría tener noticias tuyas Diego, espero que sigas igual de bien. Un fuerte abrazo
Me parece una labor estupenda ,gracias
Gracias a ti Remedios por seguirme. Un abrazo
Alejandra, me está pasando algo que no se como calificar exactamente. Yo he conseguido perder en casi 2 años 55 kilos, pero creo que he perdido la motivación, no se… El caso es que he cogido 7 y no soy capaz de retomar la fuerza que tuve para perder los anteriores. No llegué a mi peso saludable, me sobraban aún 6, con lo cual ahora me sobran 13. La verdad que en aquella época estaba acompañada de otras personas con obesidad y hacíamos ejeservicio juntos. Pero por circunstancias me he quedado sola y siento que no tengo a nadie que me apoye, que ttengo que tirar yo sola del carro. Y no puedo. Me siento frustrada cada vez que me peso porque no hay manera de perder ni un gramo. Podrías por favor ayudarme con algún consejo, no se.. para el tema de motivación, que no me encuentro? Muchas gracias por todo
Hola Lola, llevas mucho conseguido como para tirarlo todo por la borda. Han cambiado circunstancias en tu vida que te motivaban para perder peso. Dices «siento que no tengo a nadie que me apoye», y probablemente sea eso, una sensación porque estoy segura que hay mucha gente que sale a hacer ejercicio y encantados de formar grupo. No sé si es tu estado de ánimo influenciado por las circunstancias personales lo que te tienen parada. Como te digo, te queda poco, llevas mucho conseguido así que si es necesario pide ayuda psicológica para llegar a tu peso saludable. Ánimo y un fuerte abrazo
Hola Alejandra,
Sigo una dieta con una nutricionista junto con la endocrina (peso 81kg y mido 1,61cm), estoy concienciada en lo que debo y no debo hacer, pero mi problema son los estados de ansiedad/estrés en el trabajo, el cual me lleva al picoteo, intento controlarlo pero me es muy difícil, (antes era mu capaz de lograrlo) incluso estando con el dulce en la mano, me digo a mi misma que «no esta bien» pero soy incapaz de dejarlo y no se ya como afrontarlo.
Hola Julia, tienes que aprender a manejar el estrés y ver qué te provoca esa ansiedad para poder controlarla. Para ello la ayuda de un psicólogo sería importante. Un fuerte abrazo
Alejandra, en primer lugar te felicito por tu trabajo, eres toda una profesional. Enhorabuena por la labor que realizas. Soy Lola, llevo muchos años de dieta en dieta, perdiendo algunos kilos y en cuanto me se salido de la dieta cogiendo el doble de kilos perdidos. Os sigo el programa de «la Bascula» y desde aquí os felicito a todo el equipo. Mi problemilla, por así llamarlo es el picoteo entre comidas y los dulces, y esa ansiedad que por momentos me desborda y me arrastra a comer a deshoras lo que no debo comer. En tu entrada «De que tienes hambre me veo reflejada», pero al menos para mi, es muy difícil controlar esos deseos de picar y de tomar algo dulce. Me está costando la misma vida tener que controlarme. He leído el comentario del día uno de mayo de Lola, me gustaría poder contactar con ella, porque seriamos dos Lolas en el mismo barco y nos podemos animar mutuamente. Si ella lee este comentario, aquí le dejo mi dirección de correo electrónico para ver si podemos contactar, es oncemasdos@gmail.com mucho ánimo y mucha fuerza Lola para no tirar la toalla. Alejandra, de nuevo mi felicitación por tu trabajo y tu dedicación. Un saludo
Un abrazo Lola