Consejos

Cómo controlar el impulso de comer

Muchas personas que inician un estilo de vida saludable pasan por momentos donde sienten que la voluntad decae y desemboca en la tentación de consumir alimentos o ultraprocesados que no tenían previsto, lo que llamamos “saltarse la dieta”.

Hay que aceptar que estos momentos nos van a asaltar a lo largo del proceso de la pérdida de peso, bien sea por causas emocionales o hábitos que estamos modificando pero que siguen aún fuertemente arraigados.

hay que aceptar las debilidades como parte de la pérdida de peso

Ante estas situaciones debemos intentar no ceder al impulso, pero ¿cómo podemos hacerlo? A continuación vamos a ver una serie de estrategias que pueden resultar de utilidad.

  1. Parar y tolerar el malestar. A lo largo de tu vida has aprendido a tolerar molestias y continuar  a pesar de ello. Valga como ejemplo soportar un atasco de tráfico, esperar la llegada de tus hijos cuando salen de noche o aguardar con ansias las vacaciones que tanta falta te hacen.
  2. No ceder al deseo. Ese deseo irrefrenable alcanza un punto máximo que no dura mucho, y que a partir de ahí empieza a descender. Si eres capaz de no sucumbir a ese momento es probable que consigas el autocontrol que tanto potencia nuestra autoestima.
  3. Determinar qué tipo de alimento deseas. Hay que analizar qué quieres comer para determinar si realmente es hambre física o no. Ya sabemos que cuando es verdaderamente hambre no somos selectivos, admitimos cualquier tipo de alimento.
  4. Averiguar ¿de qué tienes hambre? Te ayudará a manejar la situación de otra manera y poder controlar el impulso. Ese hambre puede venir motivada por muchas circunstancias: porque me siento sola, por la discusión de ayer, porque no encuentro trabajo… y actuar para solucionar la situación o para modificar los pensamientos catastrofistas por otros más realistas.
  5. Visualización tras la ingesta. Sirve de gran ayuda cerrar los ojos y centrarnos en cómo nos sentiremos después de ceder al impulso.
  6. Evitar la estancia donde se ha generado el deseo de consumir.
  7. Posponer.  No te prohíbas comer, simplemente posterga la decisión hasta la hora de la siguiente ingesta.

Un tropiezo no es una caída

Y si por cualquier motivo no has conseguido contener el impulso, nada está perdido siempre y cuando seas capaz de retomar tus hábitos saludables lo antes posible y no dejarte arrastrar por el desánimo. La pérdida de peso o cualquier otro objetivo que te plantees en tu vida va a sufrir altibajos ante los que tenemos que poner en marcha estrategias que nos ayuden a superarlos.